Los seres humanos tenemos un promedio de atención de 8 segundos.... menos de la mitad de lo que tiene un pez carpa. A este hecho se le suma un factor relevante: vivimos en un mundo en el que existen cada vez más distracciones.
En consecuencia, la mayoría solemos tener dificultades para concentrarnos en las tareas que realizamos a diario.
La buena noticia es que con el entrenamiento adecuado podemos elevar nuestros niveles de concentración. Y lo mejor es que depende pura y exclusivamente de nosotros. Hoy compartimos contigo 4 estrategias para lograrlo de forma sencilla y efectiva.
1- Prueba el Método Wim Hof
El Método Wim Hof fue desarrollado por un hombre holandés del mismo nombre que se hizo reconocido por su capacidad para resistir temperaturas extremadamente bajas sin que su cuerpo se resienta. Este afamado método es una combinación de un trabajo mental y físico por el cual se lograría la capacidad para controlar a voluntad el sistema nervioso autónomo y la respuesta inmune del organismo.
Quienes siguen el Método comienzan con ejercicios de respiración. En concreto son 30 respiraciones profundas que los llevan a sentirse más ligeros . El siguiente paso es retener la respiración: se exhala, se retiene el aire, se inhala y se vuelve a retener (la retención se hace durante el mayor tiempo posible).
Simplemente esta respiración ya aumenta los niveles de concentración pero la práctica continúa con algunas posturas de yoga y estiramientos varios y más respiraciones profundas. Por último, se aconseja tomar una ducha fría para estimular el sistema inmune, quemar grasas y aumentar todavía más la atención.
2. Optimiza la temperatura
De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Cornell la temperatura de los sitios que habitamos juegan un papel importante en los niveles de atención.
Si la temperatura de tu hogar, el auto y la oficina está debajo de los 20°C o por encima de los 25°C lo más probable es que la productividad y la concentración disminuyan. Aunque lo determine la ciencia, todos sabemos que estudiamos, trabajamos y vivimos mejor si nuestro cuerpo se encuentra a gusto.
En caso de que no puedas modificar, por ejemplo, la temperatura de la oficina en la que trabajas intenta abrigarte o llevarte ropa más ligera según lo que sepas que precisarás. De lo contrario, tu atención estará puesta en el frío o calor excesivo y no en las tareas a realizar.
3. Bríndale el combustible adecuado a tu cuerpo
En el año 2007 se publicó una investigación que demuestra las complicaciones para prestar atención que se generan producto de la deshidratación. En este sentido, tanto las frutas y los vegetales como una cantidad suficiente de agua son claves para mantener el cuerpo hidratado.
Opta entonces por este tipo de alimentos y evita los productos procesados como las galletitas y las donas. Recuerda que una buena nutrición es un pilar decisivo para poder lograr una mayor concentración.
4. Descansa
Concentrarse durante 8 horas seguidas sino imposible es cuanto menos complicado (ni siquiera si se trata de compartir tiempo con una persona querida). Con esto en mente, no te exijas en exceso. Asegúrate en cambio de que tu jornada tenga minirecreos ya sea para ir al toilette, tomar agua, caminar un poco o almorzar.
Lo ideal es que recuerdes tomártelos cada 50 minutos. Si ves que sueles olvidarlo, anótalos en un papel al costado de la pc o programa un recordatorio digital. Notarás la diferencia al volver: podrás concentrarte con mayor facilidad y tendrás la mente más clara (el terreno perfecto para una mayor concentración).
En ocasiones solemos sentirnos perdidos y un tanto confundidos por la cantidad de tareas que tenemos que realizar. Lo primero que debes hacer entonces es priorizar las más importantes, enfócate en ellas, no olvides respirar y, lo más importante, cuida de tu mente y tu cuerpo en el proceso. Esperamos que estas estrategias te sean de utilidad para lograr una mayor concentración.
Fuente: Vix
LR
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