Como si se tratara de una película catastrófica, nubes de termitas vuelan hacía los faros de los coches, las farolas o las casas iluminadas en distintas zonas de los estados de Nueva Orleans, Luisiana, Alabama.
El sureste de EE.UU. vive una inaudita invasión de decenas de miles de termitas de la especie Formosan. Los entomólogos se apresuran a calmar a los ciudadanos, explicando que no hay nada de extraordinario en la aparición de estas termitas.
Cada primavera, estos insectos alados, que se encuentran inmersos en su etapa reproductiva, se dispersan en el aire en grandes cantidades para tratar de 'encontrar pareja' entre decenas de millones de ejemplares y formar una nueva colonia. La mayoría de ellos muere, acosados por los pájaros y otros predadores, y sólo unos pocos lograrán aparearse.
Normalmente los enjambres
de las termitas aparecen con puntualidad de reloj a principios de
mayo, pero este año debido a las temperaturas más bajas registradas
en la zona, en combinación con el aire más seco, la invasión de
termitas se retrasó hasta la noche de miércoles pasado, cuando el
tiempo se normalizó para esta época del año.
Las termitas Formosan,
que llegaron al país procedentes de Asia durante la Segunda Guerra
Mundial, habitan todo el territorio de EE.UU., pero la mayoría de
estos insectos habita el sureste y la costa atlántica. Según datos
oficiales, las termitas causan daños valorados en unos 5.000
millones de dólares cada año.
De: ActualidadRT
De: ActualidadRT
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