Según la Universidad Estatal de Michigan (EE. UU.), el tener luz baja o poca luz en nuestras habitaciones puede hacernos un poco torpes, ya que dicha luz cambia la estructura del cerebro y dañar nuestra capacidad para aprender y recordar.
Esta investigación fue hecha con ratas africanas de la hierba Arvicanthis niloticus y percibieron las difrencias que había entre las ratas que estaban en la luz "normal" a las de "poca" luz.
Las primeras ratas (luz normal) mostraron una mejora significativa en la tarea espacial, mientras que al otro grupo fue totalmente lo contrario hasta que fueron retiradas de este tipo de luz y luego de un mes volvieron a la normalidad.
Para lo que concluyeron, la exposición sostenida a la luz tenue condujo a reducciones significativas en una sustancia llamada factor neurotrófico derivado del cerebro, un péptido que ayuda a mantener las conexiones y las neuronas sanas en el hipocampo.
Fuente: rumbosviapais
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