La inmunoterapia con protocolos de tercera generación puede resultar de 6 a 10 veces más eficaz en el tratamiento contra cáncer frente a otros métodos, según dijeron científicos chilenos a Efe.
La inmunoterapia, explicaron, puede detener o retrasar el crecimiento de células cancerosas, impedir que estas se ramifiquen a otras partes del cuerpo y ayudar al sistema inmune para que se defienda contra reapariciones del cáncer.
Según los doctores, estos tratamientos, que son realizados en Chile por Clínica ReCell y apoyados por la Corporación de Fomento (CORFO), una agencia del Gobierno chileno dependiente del Ministerio de Economía que tiene a cargo apoyar el emprendimiento y la innovación, han resultado tan efectivos que el centro clínico los exporta a países como España, México, Panamá y Costa Rica.
Los tratamientos de inmunoterapia -una variante de terapia biológica- son procedimientos que estimulan las defensas naturales del cuerpo y que llevan bastantes años practicándose en diversas partes del mundo.
Dentro de sus múltiples beneficios, puede reducir los síntomas como mareos, vómitos y otros, provocados por tratamientos regulares como la quimio y radioterapia.
Sin embargo, actualmente la inmunoterapia es la principal área de investigación en oncología y se ha constituido como el cuarto pilar terapéutico contra el cáncer, en conjunto a la cirugía, quimio y radioterapia.
Mundialmente, en el ámbito de inmunoterapia para tratamientos oncológicos, la variante de células dendríticas y de tercera generación, es la de más factible acceso y de más alto nivel de personalización, lo cual la hace altamente segura, sin complicaciones relevantes.
En Chile, y en Iberoamérica, existen diversos centros especializados en el tema, pero solo uno que desarrolla este tipo de tratamientos con protocolos de tercera generación, que son 6 a 10 veces más efectivos que los protocolos básicos iniciales usados hace 25 años.
De hecho, los protocolos de tercera generación han sido reforzados para establecer, incluso, memoria inmunológica por años y así, lograr reducir en al menos un 70 % las reapariciones tumorales.
Los científicos explican que el cuerpo humano posee la función de inmunovigilancia, que elimina diariamente células con transformaciones potencialmente malignas y evita que lleguen a producir tumores establecidos; esto explica el fenómeno de la alta frecuencia de cáncer en personas inmunodeficientes o de edades avanzadas.
Dentro de los mecanismos de defensa antitumoral, se encuentran los linfocitos T citotóxicos, células NK, anticuerpos, entre otros, sin embargo, el cáncer es una enfermedad evolutiva que va desarrollando mecanismos para evadir dichos sistemas de defensa.
"Esto significa que, tras actuar los mecanismos de defensa del organismo, pueden morir células de cáncer debido a algún sistema de ataque, sin embargo, también se están seleccionando grupos celulares resistentes que buscan continuar el cáncer", explicó a Efe el doctor John Reyes, oncólogo de ReCell.
Además, dijo, las células del cáncer derivan de tejidos normales que han sufrido cambios que le permiten multiplicarse de forma descontrolada junto a cambios en el metabolismo y maduración celular, estas células invaden tejidos vecinos y comprometen sitios distantes al tejido de origen y es allí cuando ocurre la llamada metástasis.
Los tratamientos de inmunoterapia, mediante un proceso de inmunoedición, buscan instalar, reparar o potenciar aquellos mecanismos de inmunovigilancia que pudiesen estar dañados para mejorar las expectativas de recuperación del paciente, en forma parcial o total, mediante protocolos cada vez más selectivos.
No ataca los tejidos sanos del cuerpo y cuando el sistema inmunológico se acostumbra al tratamiento, es capaz de seguir actuando contra el tumor, lo que permite prolongar las espectativas de vida.
"La inmunoterapia de células dendríticas es uno de los protocolos más personalizados y específicos, pues se elabora solo para un paciente, con muestras de su tumor y de su sangre, se programan en laboratorio y se vuelven a reinsertar en el individuo", dijo a Efe el doctor Ramón Gutiérrez, patólogo y oncólogo molecular.
Según el especialista, se han desarrollado tratamientos para pacientes que no estaban recibiendo nada, por estar desahuciados, y se ha logrado que 30 días después de terminado el protocolo de la terapia, haya una reducción de hasta un 40 % de la actividad metabólica del tumor e incluso la desaparición de un 30 % de masa tumoral. EFE / RA
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